Mucho que contar...

Madre mía, por dónde empiezo...Tal vez por el principio :)

SÁBADO
A las 10 de la mañana tenía mi último examen, para el que por cierto he de decir que no había estudiado prácticamente nada; entre la tajá del jueves y la morriña del viernes de pensar que estaban todos en la fiesta de mi Raulillo me daba una pena...que no pude estudiar.

El examen:
Fue un cachondeo. Lo llevaba tan mal que me sobraron unos 35 o 40 minutos, la mitad de los cuales los pasé durmiendo sobre la hoja del examen. Llevaba dos días sin apenas dormir nada y tenía demasiado estrés acumulado. Si a eso le sumamos que me importaba una mierda la hoja de papel que tenía delante..En fin, que hice lo que pude y me salí a esperar a Ele y Ane. Qué pena me da pensar en la pobre señora Abramowsky cuando tenga que leer el aborto que le he escrito como examen...

Después del examen:
¡De compras! Intenté comprarme ropa normal, pero como siempre acabo deprimiéndome por las tallas, acabé en la sección de ropa interior, me compré un par de monerías y estas gafas de sol:














Después Ane se fue y quedamos con Ana y Santi pa ir a comer. Estuvimos toda la tarde por Prenzlauerberg, comiendo en un asiático y tomando café por Kastanienallee. Cada vez me gusta más esa zona; tengo que vivir ahí, y pronto. No sé cómo no nos echaron de la cafetería cuando a Santi se le fue la olla y se puso mis gafas y mi tanga nuevo en la cabeza, jajaja!














Por cierto, que las gafas dieron mucho de sí :)




















Esas son mi Elenita y mi Ana. ¡Un besazo guapas!

Después me fui a casa, compré cantidades ingentes de alcohol y me eché una siesta de una horita y algo. Después, ¡a casa de Selva! Tenía visita de sus amigos de Barcelona que habían venido cargados de jamoncito, queso, chorizo, sobrasada y vino...y nos hicieron una paella! Casi me corro...Después de que el alcohol empezase a correr acabamos todos revoleaos en la cama de Selva haciendo guerras de cosquillas y paridas varias. Esa noche, y gracias a Jorge, descubrí lo que me puede llegar a gustar un masaje en los pies...¡Qué ricooooo! De ahí a casa de Jara a despedirnos de Raúl. Nos pillamos un taxi y Marieta, la amiga de Selva, se monta delante con el taxista y empieza a comerle la olla:
"Listen to me, i'm going to say you some words i know in german, but listen to me! i know ..the colours! yes, listen to me! Weiss, Schwarz...y no me sé más...but i know the words of the human corp, Nase, Ohr, Kopf, Mund..."
Y así todo el viaje. Nosotros descojonados, y el taxista tapándole la boca con la bufanda, casi me meeeeo allí jajajajaja!!
Llegamos a la calle de Jara y al bajarnos escuchamos un ruido increíble que viene de un piso..."¿No será esa su casa no? -No creo". Subimos, llamamos al timbre y...sí, sí que era...Entramos, preguntamos por ella y nos dicen "¡sí pasad!". Pasamos y..bueno, Jara no estaba, pero 30 personas en un minipiso montando una fiesta de disfraces bestial sí que había! ¡Vaya desfase! Marieta saltando encima de la cama, el que iba de budista poniéndonos una serpiente en el cuello, Marieta en lo alto del orangután, Marieta intentando ligarse a un francés monísimo que acabó pirándose por patas, Marieta bebiéndose los culillos de las botellas...Todo así. Y yo flipando en colores! el suelo del piso temblaba de la cantidad de gente que había allí bailando! Y luego llegaron Raulillo y Jara. Estuvimos un ratito de charla, y cuando llegó el momento de la despedida...Madre mía, qué penita!! Tuve que hacer un esfuerzo monumental por no ponerme a llorar cuando nos dimos el último abrazo...Aún se me saltan las lágrimas cuando lo pienso..Después de eso vino la policía a pedir que nos calláramos, pero aquí no tienes que preocuparte por ellos hasta que no vienen 3 veces. A la tercera o te callas o te callan. Me gusta Berlín. Luego a casita con el U-Bahn acompañada por un caballero Jedi que se puso a jugar con su espada en el metro, y yo flipando con el nivel de colgadura de la gente...