Con esa cantinela me han despertado. Atención a la situación:
Son las 7.30 de la mañana. Alemanita se revuelve en su cama con una tajá del quince con la que no consigue dormir. Escucha unas voces en el pasillo. Son René y Marcel , que acaban de volver de su noche de Walpurgis a la que al final no fui. Me doy otra vuelta en la cama mientras los oigo, y pienso en lo tajada que estoyv todavía, en lo que me duele la cabeza, la barriga, lo que estoy sudando y lo mal que he dormido. De repente silencio en el pasillo, y pienso "bueno, ya se han ido a acostarse". Sí, ingenua de mí. Dos segundos después, entre efluvios de alcohol, empiezan a aporrear mi puerta como energúmenos. A mí me entra ataque de pánico: "qué hago, no tengo el pijama puesto, qué vergüenza, no puedo salir así, ay, que se vayan, van a despertar a todos, ya verás como salga Justina, se van a cagar, qué hago, ay qué vergüenza". Al final opto por taparme hasta la cabeza (esa que siento como si me la estuvieran aporreando con un gong, puto vino de la fiesta) y les digo que entren. Abren, y me aparecen los dos cantándome la dichosa cancioncilla que me canta siempre Marcel cuando me levanto de mala leche o con resaca. Aparece el uno con una fuente de ensalada de pasta y el otro con una botella de agua mineral con gas, y empiezan a gritarme al oído a las 7.45 de la mañana: "¡Buenos días Pili, estás bien? Estábamos muy preocupados por tí, no has venido a la fiesta, no sabíamos nada de tí desde hace...cuánto, 12, 20 horas? estás bien, necesitas algo? hemos venido a verte! buenos días piliii! uy que mala cara que tieeeeneeees! ven espera, quieres ensalada de pasta? oy qué pulsera más fashion, es de la fiesta? uau, qué sitio más cool! tienes mala cara no?" Y así han seguido hablando sin parar durante media hora, partiéndose de risa, acariciándome la cabeza y diciéndome "venga, que tienes que dormir, has visto como nos preocupamos por ti? ay ay, qué tontorrona! Ven, que te vamos a refrescar, quieres agua?" Y venga a hablar, y a hablar y a hablar...Los dos a la vez, en alemán, y yo borracha todavía, intentando taparme como podía con el edredón, el uno sentado en mi barriga y el otro haciéndome cosquillas de vez en cuando. Han seguido calentándome la cabeza, y yo muriéndome de calor, hasta que han decidido "empezar a irse": me han arropao mil veces, han remetido el edredón pa que no se me salgan los pies (yo sudando como un pollo), me han cerrado los ojos, me los han vuelto a cerrar cada vez que los abría para ver si se habían ido ya, y volvían a entrar a cerrármelos, y así otros 5 minutos. Madre mía, no sabía dónde meterme!!
¡La verdad es que son un encanto! Eso sí, los muy cabrones me han desvelado, y ahora me quedo con mi dolor mortaaaaaaaaaaaaal de cabeza, mi sueño etílico y mi sonrisa de boba de "qué bien me lo he pasado esta noche/mañana"....Les he dicho que, dentro de un rato, cuando me sea del todo imposible dormir, iré a cantarles la dichosa cancioncilla a ellos, a ver qué les parece....
Por cierto, Internet ha vuelto, yujuuu!
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