Dejando el tabaco

Bueno chicas y chicos, ya que nadie me ha preguntado por mi desintoxicación, os diré que va muy bien, gracias. comencé el viernes 11 de mayo, y desde entonces me he fumado 5 cigarros en situaciones muy concretas. Diréis que vaya mierda, que si lo dejo lo dejo y punto, y os diré que sí, que tenéis razón, pero que eso ya lo intenté y no funcionó. De hecho, el viernes 11 dejé de fumar cuando me fumé el último cigarro de mi último paquete. Pasé un fin de semana infernal, sin salir de la habitación, sudando y enmonada perdida porque no te tenía tabaco (todo psicológico). El domingo salí a tomarme unos vinos y casi me da un ataque de ansiedad por el mono que me entró. De camino a casa me compré un paquete y me fumé dos. Y ahí se acaó el mono. Desde entonces, llevo el paquete siempre encima, y os puedo asegurar que no siento ninguna necesidad de fumar. Y cuando me da un poco de mono pienso: "bueno, el tabaco lo tengo en el bolso, espero 5 minutos más, y si para entonces no se me ha pasado, pues me fumo uno". Y así hasta que, o se me pasa, o me lo fumo, cosa que hasta ahora no he hecho. Los 3 cigarros que me he fumado hasta ahora han sido sin mono y sin necesidad, sólo porque me apetecía el hecho de fumarme un cigarro. Diréis que así no se deja el tabaco, pero el hecho es que rara vez siento mono, y menos si llevo el paquete encima. Esto para mí ya es una batalla ganada; no me importa mantenerme como fumadora social, de esas que se fuman uno cuando se ponen "contentas" (como mi Anita jajajaj!). Y tengo que decir que la panzá de bailar y saltar que me dí el viernes en el Fritz no me la daba desde hacía años; hace dos semanas me habría ahogado al primer brinco; esa noche fui la más saltarina de la disco, y quiero que siga siendo así.
En definitiva, me siento muy orgullosa de mí.