O lo que viene a ser lo mismo: no entiendo a la gente. De verdad, me pasan cosas que me niego a pensar que sean normales. Que no, coño, que no. Aunque la culpa es mía, por dejarme liar. En fin, supongo que si sigo sonriendo al menos no se me notará la sensación de desconcierto.
Vamos a seguir currando otro poco, a ver si así se me olvida.
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