jueves, 22 de noviembre de 2007
El cartero de la Zubia
El cartero de la Zubia es un ser extraño y además me acosa. Al principio me hacía gracia encontrármelo todos los días por los mismos sitios cuando iba a comprar el pan; ahora me da repelús. Antes se limitaba a sonreír y a mover lentamente su vespa hasta que yo llegaba a mi calle; pero ayer se atrevió a hablarme. Mientras subía la cuesta de mi casa, que tiene tela, pone la vespa a mi lado acompañándome y me pregunta: "¿Qué hora será?", y yo pensando, "¿y por qué no miras el reloj que llevas en la muñeca?". Se la dije y me contesta: "Muchas gracias guapa, que eres más guapa...", y yo con la cara tó roja del calor y de la cuesta y los pelos alborotaos le sonrío pensando que...sin saber qué pensar. Esta mañana me lo he vuelto a encontrar (yo creo que se dedica a dar vueltas por mi manzana), ayudando a unos obreros a poner un pegote de tierra en la calle. ¿No debería estar echando cartas? Y además, ya sabe dónde vivo. Menos mal que mi calle ya pertenece a Cájar y no tendrá que traerme el correo nunca. ¿Por qué acabo siempre rodeada de locos?
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