Pues eso, que entre unas cosas y otras, no he hecho nada este finde más allá de leer, pasear e intentar salir de fiesta. Y digo "intentar" porque no lo conseguí. Anoche me puse todo lo mona que el día me permitió, me fui a casa de Eli dispuesta a acabar en el Contagiarte dándolo todo, y una hora y pico después estaba en mi casa con una de las peores migrañas de mi vida. Supongo que la carrera de karts que está teniendo lugar este fin de semana en Gaia, de 24 horas ininterrumpidas, no ayudó demasiado, pero bueno. Pues eso, que me dio pena porque quería salir con Lola y su novio, con los españoles que la profe de portugués nos presentó hace un par de semanas y, por supuesto, con Eli, Marta y David, quien por cierto, ayer estaba eufórico con la victoria del Barça, ¡jajaja! Bebimos champán y tequila José Cuervo para celebrarlo, y escuchamos unas 5 versiones distintas del himno del barcelona. En fin, sólo por ver la carita de felicidad que tenía el chiquillo mereció la pena ser deportivo.
Hoy llueve, para variar, así que mi paseo por la Ribera va a tener que esperar un par de días. En serio, no veo el momento de que llegue el verano...
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