Diagnóstico acertado

Hace apenas unos momentos, durante una fructífera charla con Carlitos, me he dado cuenta de los verdaderos motivos de por qué llevo tanto tiempo sintiéndome así. ¿Así cómo? Pues así, sin ganas de muchas cosas y sintiendo que me falta todo, frustrada sin saber por qué, sintiendo que no rindo y que da igual lo que haga y lo que me esfuerce que nunca llegaré a donde quiero. Lo que me pasa es que estoy harta. Estoy decepcionada, o más bien askeada. Sí, esa es la palabra, askeada, con "k". Estoy askeada de la vida, del trabajo, de la gente, de las relaciones personales, de la sociedad, de todo... Estoy askeada de intrigas, complots y artimañas, de que la gente oculte unas cosas y transgiverse otras, de que prometan cosas y cuando toca cumplirlas digan "uy qué pena, al final no va a poder ser". Me da asco que la vida sea tan injusta, y que a la gente buena le pasen cosas malas y que a las malas las recompensen por joder a las primeras. Justicia divina, sí. Y una mierda. Eso no existe. Estoy askeada del machismo, de que todo el mundo se tenga por liberal y tolerante y de que a la hora de la verdad te vuelvan la espalda. También lo estoy de esa gente que dicen ser tus amigos y que cuando realmente los necesitas ya no estén ahí. Gracias a Dior no son todos; siempre hay gente que no dejará de sorprenderme positivamente. Me da asco la sociedad de mierda en la que vivimos, tanto tienes tanto eres y si no cumples estas condiciones u otras cualquiera estás fuera. Me da asco todo. Me encantaría poder encerrarme en una cueva y que nadie me molestase. Pero dado que eso no es posible, tengo que secarme las lágrimas, pintarme los ojos, ponerme los tacones y salir a comerme el mundo antes de que me coma él a mí. Porque ya he tragado demasiada mierda en esta vida como para aguantar ahora gilipolleces que están de más.

Es tan fácil decirlo....
Ojalá me baje la regla ya. Ojalá algún día la vida les devuelva los golpes a todos los antes mencionados. Y lo más importante: ojalá esté yo ahí para verlo.