Y tal y como acaba mi post anterior ha comenzado mi nuevo día. He esperado a que Marcel se levantase, y cuando lo ha hecho hemos comido un bocadillito de chorizo frito y pan caliente y nos hemos ido a una playita a beber cerveza y tomar el sol. Ha sido tela de agradable. Las cervecitas volaban, y las fotos también. Ya pondré fotos. De camino a casa hemos comprado un par de botellas de vodka, y al llegar a casa, cuando subíamos, nos hemos encontrado a René, que iba al súper, y me ha cogido del brazo y me ha llevado con él literalmente para que lo acompañase. Sinceramente, no me apetecía. Marcel se ha subido solito, y encima llevaba mi compra, y no quería dejarlo solo. En fin. Que le he contado a René lo que hemos hecho y un poco se ha picado porque no lo hemos avisado, a lo que le he contestado que nos hemos ido sobre ls 5, y que no había dado señales de vida, así que...De todas formas, sinceramente, ni me acordé de avisarlo, así que...Lo he acompañao, hemos vuelto, y ahora lo he dejado en la cocina con el grupito guay. Marcel ha desaparecido, o al menos no abre la puerta de su habitación. Bah, es que ya me da igual todo. Paso mucho de René. Me sigue gustando mucho y todo eso, pero el rollo que lleva de medias tintas y gilipolleces...pues no me va mucho. Así que, como dije hace un par de posts, los días que me quedan los voy a aprovechar y me lo voy a pasar bien, y para eso ya sé quién es el más indicado.
Ahora iré a la cocina, que la madre de Evgeny ha preparado un plato típico ruso y cenamos todos juntos. Luego veremos a dónde nos lleva la noche...
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