La maceta de mi vecina

Las personas tienen extraños hábitos...Hay quien necesita sentarse siempre en el mismo asiento del coche, quien no puede tomarse un café si no es en vaso largo, o quien antes de un examen necesita cantar aquello de "en el mar he oido hoy..". Mi vecina, sin embargo, tiene aún uno más extraño: sacar las macetas grandes al patio de mi comunidad cuando llueve para que el agua de la lluvia las riegue. Puede parecer algo inofensivo, casi normal...pero en realidad es una trampa mortal. Cierta noche (o madrugada, para ser más exactos), llegaba la pequeña Alemanita a su casa tras una laaarga noche de intoxicación etílica. Iba un tanto pletórica, zigzagueante y ocupada en quitarle el sonido a su móvil para que éste no cumpliese la ley de Murphy y sonase justo al subir las escaleras de casa. Llovía a cántaros. La pequeña Alemanita, en plena carrera hacia el cobijo de su casa, no se acordó del extraño hábito de su vecina...hasta que se vio envuelta en una selva de hojas y tierra que la atacaban sin piedad!!Fue horrible!!Las macetas la atacaban, y ella luchaba frenéticamente...!!Hasta que se dio cuenta del desastre que acababa de montar..Intentó arreglarlo, pero era demasiado tarde. Salió corriendo por si alguien había escuchado el estruendo y se metió en la camita deseando que fuese un mal sueño. Al día siguiente, los cardenales de sus piernas confirmaron la pesadilla...Eso, y la pregunta de su padre de: "No habrás sido tú quien ha tropezado y destrozado las macetas de la vecina, verdad?" "¿Yo, papá? Qué cosas dices!! Si ya estaban así cuando llegué!!"
Los cardenales siguen doliendo...