miércoles, 23 de febrero de 2011

Aniversario

Si no me equivoco, dentro de 5 días este blog cumplirá 5 años. Quién me lo iba a decir...

Gracias a los que estáis ahí desde el primer día.

martes, 22 de febrero de 2011

Death cab for cutie - I will possess your heart

Gracias a (o por culpa de) Marta, ésta ha sido mi canción más pegadiza del 2010 después de ésta, claro está. Personalmente, la versión de 8 minutos me gusta mucho más por la intro musical, pero entiendo que eso es muy pro y me la guardo para mí. En fin, disfrutemos de unos momentos musicales.



How I wish you could see the potential
The potential of you and me
It's like a book elegantly bound
But in a language you can't read just yet

You got to spend some time, love
You got to spend some time with me
And I know that you'll find love
I will possess your heart

You got to spend some time, love
You got to spend some time with me
And I know that you'll find love
I will possess your heart

There are days when outside your window
I see my reflection as I slowly pass
And I long for this mirrored perspective
When we'll be lovers, lovers at last

You got to spend some time, love
You got to spend some time with me
And I know that you'll find love
I will possess your heart

You got to spend some time, love
You got to spend some time with me
And I know that you'll find love
I will possess your heart

I will possess your heart
I will possess your heart

You reject my advances and desperate pleas
I won't let you let me down so easily
So easily

You got to spend some time, love
You got to spend some time with me
And I know that you'll find love
I will possess your heart

You got to spend some time, love
You got to spend some time with me
And I know that you'll find love
I will possess your heart

You got to spend some time, love
You got to spend some time with me
And I know that you'll find love
I will possess your heart

I will possess your heart
I will possess your heart

Vuelo comprado, ¡adiós!

Finalmente ayer decidí comprarme el vuelo. Llevaba tiempo dándole vueltas y, curiosamente, ha sido el billete que más he tardado en comprarme nunca. Vuelo el 31 de marzo desde Madrid, así que habrá que sufrir una larga noche de autobús. Pero vamos, que no me importa :) De hecho, me encanta ese autobús; montarte en Granada y bajarte al amanecer en Barajas, así, pum, sin más preocupaciones ni trasbordos. Ahora me toca escribirle de nuevo a la chica esta a ver cómo hacemos con la llave.

Estoy bastante acojonada con todo esto, no sé cómo me las voy a apañar con el dinero y no querría tener que recurrir a un préstamo, pero bueno, ya me preocuparé de eso luego... Quién sabe, igual me sale un trabajillo más o menos "fijo" por allí y puedo completarlo con algunas traducciones, ya veremos...

El caso es que ya hay fecha para la que va a ser mi aventura de 2011...

Hoy me he dado cuenta de que no volveré a ser yo misma hasta que no consiga sacarte de mi mente y mis entrañas. Me he dado cuenta de que sigo siendo débil y de que sigues teniendo demasiado poder sobre mí. Pero también me he dado cuenta de que cada vez tengo más motivos y más inspiraciones para dejarte atrás, y eso ya es mucho más de lo que podía decir hace unos meses. Así que quién sabe, tal vez, y pese a todo, aún puede que lo consiga.

miércoles, 16 de febrero de 2011

Pon un bombón en tu vida

No sé a qué se debe, pero llevo algunas semanas notando ciertos cambios que llevaba tiempo esperando. De repente me apetece ponerme vestidos, depilarme en lugar de pasarme la cuchilla, me he pintado las uñas un par de veces y hasta me puse unos tacones el fin de semana pasado. Reíros, pero esto es muy nuevo en mí. Y lo mejor de todo es que, de repente, vuelve a apetecerme el chocolate. Sí, como lo oís. Cuando entré en mi fase de "no quiero saber nada de nada que suene a sexo ni que implique algo más que una mera amistad con un individuo con pene" dejaron de apetecerme un montón de cosas, y entre ellas, el chocolate. Y ahora, de vez en cuando y poco a poco, me van apeteciendo onzas cada vez más grandes. No digo que vaya a tirarme a la calle en pos de un varón soltero ni que vaya a atracar el Mercadona, pero la situación tiene su aquel.

¿Tendrá que ver con mi inminente marcha a la capital teutona? ¿Será que mi subconsciente empieza realmente a librarse de toda la morralla que tenía acumulada? Sea lo que sea, me gusta, y aún me gustará más cuando esté rodeada de vikingos rubios de ojos azules, ¡ñami!

martes, 8 de febrero de 2011

La seguridad social apesta

El viernes pasado me tronché el cuello, como decía Eli cuando estábamos en la Agencia del Mal y yo me reía. La verdad es que el viernes me reí más bien poco cuando dejé de poder mover el cuello y parecía como si me estuvieran agarrando el cerebro por dentro. En fin, que por unas cosas y por otras hasta hoy no he conseguido cita, y después de 5 días soportando esto esperaba unos buenos relajantes musculares, tal vez rehabilitación... No sé, lo normal.

Pues no.

El señor doctor me ha preguntado que si "tengo relaciones", me ha mandado un análisis de sangre, me ha prescrito Ibuprofeno y me ha dicho que si en 10 días (¡!) me sigue doliendo, que vaya, que si eso me manda esteroides y me pone a dieta. Ah, y que me pase a revisión ginecológica en cuanto pueda.

WTF??????????

Estimado señor doctor:
1) Para que me mande Ibuprofeno me quedo en mi casa.
2) Después de 5 días si poder mover el cuello, ¿no cree que pasar otros 10 así tal vez no sea bueno?
3) Ni de coña voy a tomar esteroides.
4) ¿Dieta? Va usted listo. Pues no me gustan a mí nada mis tetas, como para perderlas, ¡já!
5) Antes de abrirme de piernas antes usted me gustaría al menos saber su nombre y sus intenciones para conmigo, gracias.

En fin, que aquí sigo con mis duchas calientes y mi pomadita. Tiene cojones que me haya tocado este señor, que si mal no recuerdo, fue el que le diagnosticó un cáncer cerebral a una amiga en lugar de unas migrañas.

Berlín, llega ya...

domingo, 6 de febrero de 2011

Y de nuevo...

Mis padres están en crisis. O para ser más exacta, mi padre y su pareja actual (y de los últimos muchísimos años) están en crisis. La verdad es que llevan mucho tiempo así, pero cada vez es más asfixiante. Los silencios, los comentarios hirientes, las ironías, las lágrimas, las voces...

Desde que tengo uso de razón recuerdo a mis padres (padre y madre) peleándose. No tuve una infancia infeliz ni nada así, pero tampoco fue nada fácil crecer sabiendo que tus padres no se quieren como crees que hacen el resto de padres del mundo. Es inevitable pensar que tú tienes la culpa, son cosas de la mente humana, y bueno, en mi caso fue algo más complicado. Pero bueno, digamos que después de 13 años de vivir en una situación insostenible al final se separaron y cada uno siguió (o no) su camino. Durante esos 13 años os aseguro que aguanté crisis y problemas ajenos suficientes para el resto de mi vida.

Pero luego todo cambió, mi padre, su pareja, mi hermana y yo nos mudamos y las cosas fueron todo lo bien que pueden ir con dos adolescentes y una situación así. Sin problemas graves, la verdad.

Sin embargo, ahora parece que la historia se repite. Las circunstancias no son las mismas, en absoluto, ni mi madre y la pareja de mi padre tienen nada que ver, pero el desarrollo se parece demasiado: lágrimas, reproches, voces, silencios, desplantes... Y luego el consuelo. Porque claro, todo el mundo necesita consuelo en estos casos. El problema es que yo ya no puedo darle consuelo a absolutamente nadie. Supongo que debo parecer fría e inhumana, pero es así: mi capacidad de consolar y escuchar con sinceridad se han ido, y no sólo con mis padres, sino con todos. Estoy saturada de escuchar problemas y desgracias ajenas. Por una vez, me gustaría que la gente viniera a contarme cosas buenas, no para restregarlas, sino para compartirlas. Que vengan a hablarme positivamente de los demás, y no a criticarlos continuamente. No quiero ser juez ni verdugo. No quiero ser la hija, la amiga ni la hermana. Quiero ser yo. Quiero irme 6 meses a Berlín y olvidarme de todo lo que se cuece aquí. No quiero okupas, no quiero visitas de más de dos días y por supuesto no quiero compartir mi casa con nadie. Quiero tener mis problemas, no los de los demás. En definitiva, quiero que me dejen vivir mi vida.

Pero no me malinterpretéis: estoy de maravilla; acojonada, sí, pero también encantada con mi próxima mudanza, y no voy a dejar que nada ni nadie me lo estropee.