Este año, para celebrar mi cumpleaños, decidí seguir la «tradición» que empecé el año pasado de irme a pasar el día a la playa, solo que esta vez en vez de uno fueron 3 y en vez de a Salobreña me fui al Barronal, una fantástica playa nudista de Almería. El caso es que allí conocí a un señor naturista que, si bien estaba un poco zumbado, se le veía bastante feliz. Este señor me contaba que llevaba años viniendo a esa playa porque era un rincón muy especial del mundo, de esos que te recargan las pilas, te quitan todo lo malo y te llenan de energía de positiva. Bueno, esto es con mis palabras, que con las suyas más bien «te limpia el aura y te la deja llena de colores brillantes y bonitos». Me contaba que lo había comprobado porque todos los años, antes de venir y al volver a casa se hacía una foto de su aura y la diferencia era pasmosa. En fin.
El caso es que, aura o no aura, los días que pasé allí sola conmigo misma me sirvieron para reflexionar mucho sobre todo y, sin apenas darme cuenta, me he liberado de un montón de lastre que llevaba por ahí enganchado. Todo esto se está reflejando muy poquito a poco en un montón de cosas nuevas que agosto me está regalando: nuevas actividades e inquietudes, conciertos, paseos, amigos «coloridos» con los que retomas cierto contacto, regalos estupendos (novelas gráficas, barras de labios, fotos, postales, frikadillas de Doctor Who o Star Trek...) y, sobre todo, gente nueva. Más concretamente, hombres nuevos salidos prácticamente de la nada que, de repente, te proponen actividades que te encantan o te acompañan a otras en las que coincidís por determinados intereses. Y lo mejor de estos es que, si bien es cierto que alguno que otro me hace su «tilín», eso no es lo importante. No me malinterpretéis, a todos nos gusta un rollete o un «lo que surja», pero ¿y qué más da que no pase? Lo único que quiero ahora son cambios, movimiento, alegría y nuevas experiencias. Necesito romper el círculo de la rutina de #pueblitobueno y encontrar cosas que me inspiren y me ayuden a encontrar mi sitio aquí. Y oye, si por el camino aparece algún voluntario con ganas de complicarme un poco la vida, que me acompañe un finde a limpiarnos el aura y, después, hablamos. O no. ;)
1 comentario:
Qué buena racha, nena, me alegro ;)
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