martes, 29 de junio de 2010

El por qué de los precios

Todavía me sorprende que haya "ciertas" personas que no entiendan que no quiera trabajar con ellos. Es muy simple:

Cliente 1:
Me ofrece 0,04 €/palabra no match (las demás no me las paga), un texto horrible sin pies ni cabeza, un plazo irrisorio y un programa infernal. Tiempo de trabajo estimado: 3 días a una media de 14 horas de trabajo al día. Resultado: una cantidad mínima de dinero por pasar 3 días pegada a una silla sin apenas ver la luz del sol, dolor de ojos, dolor de espalda, pies hinchados y 2 kilos más.

Cliente 2:
Me ofrece 0,11 €/palabra (y me las paga todas). El texto es parte de una guía turística sobre una ciudad que me encanta y que ya he visitado varias veces (vale, esto da igual porque no puedes decidir cuáles van a ser los temas de traducción de tus proyectos), me ofrece un plazo estupendo para traducir, revisar, reposar y volver a revisar, me ofrece un pago rapidísimo y además es encantador. La cantidad de palabras es la relativamente normal/baja. Con este trabajo gano 3 veces más en un día que en los 3 días del otro juntos, en todos los sentidos.

¿Cuál es el problema? Que siempre va a haber gente que acepte el trabajo y las condiciones del cliente 1, así que cuando intentas explicar que no se puede hacer bien un trabajo en esas condiciones, y que si vas a tener que dedicar todo ese esfuerzo también es necesario pagarlo, se ríen.

Afortunadamente todavía existen clientes del tipo 2 (pocos, muy pocos), que prefieren pagar un poco más y asegurarse así de que hagas el trabajo correctamente, con ganas, tiempo y dedicación. Yo, por mi parte, seguiré en mis trece intentado poner mi granito de arena para que se acabe esta explotación económica de los traductores autónomos.

1 comentario:

Esquinero dijo...

Aaaah! Esto es lo de siempre. El eterno problema de la fijación de precios y las tensiones oferta/demanda del mercado. Cuando hay mucho trabajo, puedes elegir el tipo 2, y todos los agentes económicos tienden al tipo 2 porque el tipo 1 no se come una rosca. Pero cuando vienen mal dadas, todos son tipo 1. Lo cual te lleva a ti a ser tipo 1 con tus proveedores también, no lo dudes.
Lo de ser encantador o no, no suele ir en el precio. Conozco mucho cabroncete de a 0,11/palabra.