Miedo

El miedo tiene muchas facetas. No consiste sólo en temblar viendo una peli o en sentir que el corazón se te va a salir del pecho mientras andas por un sitio oscuro y apartado. También las cosas más buenas pueden causar miedo, y éste puede aparecer de las formas más insólitas: mediante distancia, silencio y falta de comunicación, y también mediante todo lo contrario; esto es, alegría desbordada, inquietud, nerviosismo y verborrea. A todos nos ha pasado alguna vez, ¿verdad? ¿Y cómo se vencen esos miedos? Supongo que hablando de ellos, aunque a veces no es nada fácil abrir nuestra mente a la gente que nos rodea, ni siquiera a los más cercanos, lo cual nos lo dificulta todo cada vez más. En mi caso me doy cuenta de que cada vez hablo menos de mi, DE MI, no de lo que me rodea (porque si de hablar se trata, puedo pasarme horas dale que te pego). Pero el problema es que soy incapaz de llegar al fondo de mis miedos y sacarlos a la luz. Esto me está trayendo más de un problema, sobre todo de comunicación. Me doy cuenta de que la mayoría de las personas más cercanas a mi apenas me conocen, y ahora sé que es por eso. En fin, espero poder arreglarlo ante de irme.
Por cierto, esto son sólo reflexiones personales, no va dedicado a nadie en particular, aunque tal vez sí un poco a todos. Pensad en vuestros miedos, dedicad tiempo a descubrir cuáles son las cosas que fallan en vuestra vida, y cómo podéis arreglarlo. Seguro que detrás de la mayoría, hay algún temor oculto.