domingo, 29 de octubre de 2006

Reflexión

Hablando con mi padre, hace un rato, me ha preguntado que si me gusta Berlín,y me he quedado pensando...
Sí, la verdad es que me gusta, pero me estoy dando cuenta de que no lo estoy disfrutando tanto como pensaba o quisiera...La verdad es que no estoy del todo a gusto. Quiero decir, que no tengo tiempo para nada, y eso no me gusta. Mi vida es: levantarme, ducharme, desayunar, ir a clase, comerme cualquier cosa e ir pitando al trabajo. Comprar algo de comida por el camino, pasarme una media de 5 horas diarias currando, volver a casa sobre las 9 o 10 de la noche, cenar, hacer los deberes del día siguiente, acostarme tarde y volver a madrugar. Así todos los días. Luego llega el fin de semana...Me levanto un poco más tarde y me paso el día haciendo las compras que no he podido hacer durante la semana, arreglo mi habitación y ya se me ha pasado el sábado, y el domingo a estudiar, descansar un poco y a dormir.
Por un lado no me importa, porque mi idea para este año era estar centrada en la Universidad, acabar la carrera como sea y currar...Pero no sé. Cada vez estoy más apática. No me apetece salir, primero porque estoy muy cansada y segundo porque no puedo gastar más dinero del justo y necesario, pero por otro lado...Joder, que estoy en Berlín!! Tiene que haber miles de sitios geniales que aún no he descubierto. No pretendo llevar la llamada "vida erasmus", porque tampoco es mi estilo estar todo el día de parranda, pero echo de menos mis fiestecillas de Granada: mis tapas, la maravillosísima Vogue, mi Flashback (un saludo a mi Mike!), la Marisma, los Porrones...y a mis amigos.
Supongo que con el tiempo las cosas se irán normalizando; encontraré otro curro que me deje más tiempo libre y me dé más dinero y podré empezar a hacer todas las cosas que quiero hacer, pero hasta entonces...No sé, creo que esto del frío afecta terriblemente a mi humor.

2 comentarios:

oculta dijo...

tranquila,
q esto solo es el cambio de hora, y que ya en, casi, noviembre, se hace de noche a las 5 de la tarde...
todo pasará!
luego te acostumbrarás...

La Conciencia dijo...

A una amiga q está de erasmus en bélgica le pasa lo mismo, pero dice que va a cambiar eso desde ya, que va a conocer Bruselas, que va a salir a viajar a otros países y pretenderá poner una sonrisita cada día.
La verdad es que por aquí se echa mucho en falta, pero es la cosa de tener a los amigos lejos, no? :(