Todos los años, en el precioso pueblo portugués de Obidos se celebra el famoso Festival Internacional del Chocolate de Obidos, y como (a veces) somos un poquillo inquietas (y el chocolate no nos gusta, no ni ná), nos alquilamos un cochecillo y allá que nos fuimos Marta, Eli, Alba y yo.
El viaje, la mar de bien, porque como soy una tía muy guay que tiene una antena GPS y un TomTom instalado en mi flamante móvil, las carreteras y caminos de Europa no tienen secretos para mí (bueno, sólo las de Portugal, España, Francia y Alemania).
El pueblo es una MARAVILLA. Ya estuve el verano pasado, en mi ruta de ferias medievales, y me enamoré perdidamente de él. Por desgracia el tiempo no acompañó: frío, viento y casi un chaparrón; pero eso sí, el chocolate...¡hmmmmmm!
Miraras donde miraras, todo era de chocolate: estatuas de chocolate, pasteles de chocolate, bombones de chocolate, bombones disfrazados de pedazos de tarta, lacasitos gigantes, especialidades portuguesas de chocolate, sangría con chocolate, palomitas de chocolate, vodka con chocolate, cerveza con chocolate (¡WTF!) e infinidad de cosas más. Lógicamente volví a casa con un dolor de estómago del copón, no por haber comido mucho, que no lo hicimos, sino porque eso de mezclar la sangría con el chocolate es una receta que no triunfó mucho, no señor...
En fin, que nos lo pasamos tela de bien, y como prueba de ello, os dejo una gran selección de fotos del día.
Óbidos |
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