domingo, 8 de diciembre de 2013

viernes, 6 de diciembre de 2013

Al partir, un beso y una flor...

...un te quiero, una caricia y un ad-... ¿oye? ¿Burtito? ¿Dónde te has metido? ¿Hola?

Pues eso, que ya sé que a la hora de despedirme soy un burto con patas, que lo hago fatal, que siempre que puedo me escaqueo o me vuelvo de lo más raro y no hablo apenas, o hablo mucho, o no miro a la gente, o miro al suelo, o me voy tartamudeando o cualquier cosa de esas, pero es que lo llevo muy, muy mal y siempre se me cae la lagrimita, así que ¡no me regañéis más!

Y sabed que últimamente he mejorado mucho y ya a veces hasta me atrevo a acompañar a la gente a su destino final en lugar de salir corriendo a la primera de cambio, que ya es un gran progreso. "Cocretamente" lo he hecho dos veces: una hasta la estación de autobuses de Granada (first time EVER) y otra en Málaga, hasta la entrada misma de la estación de tren (ay, qué penita más grande me dio).

El otro día un burto barbudo me dijo que estaba mú loca y le respondí que sí, pero que soy una loquita entrañable. Es cierto y lo sabéis, y dado que este problema forma parte de mi no-encanto, you have to deal with it, bitches! Pero con cariño. Bitches.

jueves, 5 de diciembre de 2013

De tesis, tribunales y comilonas

Mi querida Pe ya ha terminado su tesis y en un par de semanas estaremos todos (los que queramos) viendo cómo la presenta ante un tribunal de rancio y abolengo. Esta presentación ha suscitado un interesante debate en nuestro grupo "feisbuquiano" de amigüitos hungaricos que podemos resumir como: ¿es "obligatorio" invitar a comer a los señores del tribunal una vez acabada la presentación?

Yo de estas cosas (tesis, doctorados, tribunales...) no sé mucho porque nunca le vi sentido a hacer algo así (ojo, a hacerlo YO, no a que lo hagan los demás), así que no estoy nada puesta en las costumbres y deberes que los rodean. Al parecer se considera una tradición que el que lee la tesis pague la comida. Pero claro, ¿por qué motivo, más allá de la tradición, una persona en paro, sin entradas económicas y que ya ha soltado una buena pasta para financiar la realización y publicación de dicha tesis está también obligada a pagar la comida de un grupo de personas que lo único que van a hacer (en su mayoría) es sentarse a hacer como que escuchan?

Una parte del grupo afirma que está feo no invitar, aunque sea a una comida, a una persona que viene del extranjero a juzgar tu tesis, pero ¿no es eso una especie de soborno? Otros afirman que debería ser el departamento quien se haga cargo de ese gasto, pero de ser así estaríamos en las mismas, puesto que es dinero que viene de las tasas universitarias y que no debería invertirse en comilonas para señores importantes. Por último, hay quien defiende que unas cervezas en la cafetería de la facultad, vale, pero que nada de comidas a lo grande en el restaurante chachi de turno.

Yo soy de las que opinan que bastante es ya tener que pagar (y no poco) por aportar un trabajo de investigación que va a servir para ampliar y mejorar las bases científicas de su ámbito como para encima tener que gastarse un pastón equivalente en invitar a comer a personas que ni saben realmente de qué va tu trabajo ni les interesa más allá de "por lo menos me invitan a comer". Distinto es tener un detalle con ese profesor o profesores que te han dirigido el trabajo, te han ayudado y, en definitiva, han contribuido a la realización del proyecto.

En fin, que este es nuestro jueves. ¿Qué opináis vosotros? Los que hayáis presentado una tesis, ¿invitasteis al tribunal después?

miércoles, 4 de diciembre de 2013

El año que fui una nómada

O, al menos, ese es mi propósito parcial para 2014. Como algunos ya sabéis, en febrero (o por ahí) planeo irme a Atenas un tiempito a visitar a Tony, quien muy amablemente se ha pillado un piso de 2 habitaciones "para las visitas" (o sea, para mí, jajajaja). Aún no sé cuánto tiempo me voy a quedar, la idea es irme con billete de ida, pero como no quiero ser demasiado pesada, calculo que entre 2 y 4 semanas. Si por un casual resultase que la vida allí me encanta (cosa que me parece poco probable, por las cosas que me cuenta) pues ya me buscaría un pisito o algo por mi cuenta, pero vamos, que lo dudo.

Pero bueno, digamos que aguanto un mes. ¿Cuál sería mi próximo destino? Pues como no podía ser de otra forma, Berlín. Tengo un Sehnsucht de la muerte y, aprovechando que mi hermana y su novio tienen un cuartito libre en su casa, voy a ver si me lo alquilan o algo durante otro mesecito... o lo que caiga. Que a mí eso de quedarme más tiempo en Berlín no es algo que me moleste, jejeje. Así que digamos que marzo lo paso allí, y como he oído campanas sobre montar una quedada de ex-Abrachuchólicos en Semana Santa, si la cosa va bien igual aguanto hasta después de esas fechas, pero tendría que verlo sobre la marcha. Además, a principios de abril es el congreso de Tremédica en Vigo, al que me encantaría ir, pero tengo que elegir entre el congreso o la quedada, que mi cuenta tampoco es un cheque sin fondo (más bien "sin fondos").

Y a partir de ahí, todo son variables. Me encantaría visitar a Nuria en Braga y darme un paseo por Oporto de nuevo, pasar por Galicia (independientemente del congreso) y darles muchos besos a los ex-Jabianos e ir bajando poco a poco hacia el sur, sin mucha prisa y sin mucho dinero, jajajaja. Y para acabar el viaje, pues tengo un destino (para vivir un tiempito) que intenté en 2012, que no salió por falta de opciones económicas y que me gustaría replantearme, aunque ahora mismo es un momento raro y antes tendría que hacer otras cosas. En fin, ya veremos. Lo que sí sé es que, por el momento, no me apetece estar en Granada, necesito desconectar un poco de aquí (ya sabéis, mis ciclos de 1 o 2 años) y conocer otros sitios. Y si mientras tanto sale algún destino más, ¡bienvenido sea!

Así que ya sabéis, mi ordenador, mi maleta y yo aceptamos propuestas. :)

martes, 3 de diciembre de 2013

Mi perro del hortelano

[El tono general de este post va a ser el de una niña de 12 años. Todas las fechas, referencias, tiempos o mierdas de esas están alteradas, así que luego no me vengáis con "seguro que es Fulanito porque bablabla". No. No lo es.]

Resulta que yo, una vez, estuve muy muy enamorada de un niño y resulta también que ese niño, aunque me apreciaba, no quería ser mi amigüito especial de hacer más cosas juntos de las que manda la amistad. Sin embargo, eso no nos impedía llevar una relación muy poco sana basada en mezclarlo todo con todo y claro, cuando estás enamorada, tu cerebro se anula más de lo normal y optas por creer que igual así se da cuenta de lo chachi que eres y al final todo serán perdices. Pero no.

El caso es que hace relativamente muy poco que asumí que lo que no pasara en su momento no iba a pasar ahora y que era mejor dedicar mis esfuerzos a cosas que molaran más, esto es, a conocer a otras personas (o sea, tíos, maromos, hombretones, janderklanders). Pues fíjate tú que, desde que hago eso, las cosas han cambiado un poquito. Basta que se entere de que estoy medio liada con alguien, que alguien viene a verme o cualquier historia así para que empiece el acoso y derribo.

De la noche a la mañana le interesan todos los detalles de mi vida y, obviamente, critica a todos aquellos que me puedan interesar. Es algo supercurioso. Al principio pensé que, a lo mejor, eso de las perdices sí era posible al fin y al cabo, pero después de una serie de incidentes me di cuenta de que no, de que lo que realmente le gusta es ser mi "attention-whore" (desde que descubrí ese concepto no paro de colarlo allá donde puedo, jejeje). Tampoco mucho, pero un poco sí: lo justo para ni comerme, ni dejarme comer.

Darme cuenta de todo esto me ha costado grandes dosis de alcohol, kleenex y terapia de Penes, pero ahora que soy libre y puedo ver las cosas con más perspectiva disfruto mucho más de las fases "hortelanas", que ahora son como un juego para mí. Sigue sin ser una relación sana, pero tampoco nos vemos tanto como para que sea un problema. Así que nada, espero que con esto quede cerrado ese capitulillo de mi vida y pueda abrir otros nuevos que tengo en mente. Que traumatizada, vale, pero dada por vencida, nunca.

Y ya ta.

viernes, 22 de noviembre de 2013

Cosas buenas de los 30

Hoy es el 31º cumpleaños de una de mis personas favoritas y eso me ha llevado a pensar en si hay alguna cosa que me guste especialmente de la nueva decena que estrené hace unos meses. Sinceramente, no hay muchas, así que la lista va a ser corta, PERO, las que hay, valen por varias.

1. Cada vez son más las cosas que me dan igual.
Porque sí, porque aunque me siga importando el "qué dirán" en según qué asuntos (ahora ya no me gusta pillarme papotes siderales en público, prefiero hacerlo en la intimidad de una casa y sin gente que al día siguiente me enseñe fotos hechas a traición), en otras muchas me la pela bastante lo que pueda ser o parecer.

2. Sé lo que quiero y lo quiero YA.
Esta es más complicada porque ¿para qué voy a querer cosas fáciles y al alcance de cualquiera? No, a mí me ponen los retos, los cambios (bueno, los que yo elijo) y las historias de película. Quiero que mi vida esté llena de toda la magia que pueda conseguir y quiero vivir cada historia como si fuera la última. La realidad luego no suele ser tan poética y las hostias son monumentales pero eh, nadie dijo que el precio de la magia fuese barato.

3. La más importante: dejas de acostarte con niños para empezar a acostarte con hombres.
Oh, sí. Vale que a lo mejor, y solo a lo mejor, mentalmente seguimos siendo todos un poco adolescentes, pero la sensación de meterte en la cama (o donde sea) con un cuerpo de hombre le da mil vueltas a todo. Qué queréis que os diga, si puedo elegir, a mí me gustan los tíos que son tíos, con su pelo y sus cosas. Rarita que es una, digámoslo así.

Y la verdad, poco más. El resto de cosas, hasta ahora, no me gustan mucho, pero supongo que irán mejorando con el tiempo. Más me vale, porque planeo seguir muuuuuchos años más dando la lata por aquí.

Y vosotros, ¿en qué pensáis que habéis ganado con el paso del tiempo?

jueves, 10 de octubre de 2013

Benedict recitando a Keats

Podría perderme en su voz y su persona para siempre...



Aquí tenéis una traducción, y en las siguientes líneas, el texto original. Con los ojos cerrados se disfruta más, como casi todo en esta vida. Gracias, @monicaenlapared.

My heart aches, and a drowsy numbness pains
         My sense, as though of hemlock I had drunk,
Or emptied some dull opiate to the drains
         One minute past, and Lethe-wards had sunk:
'Tis not through envy of thy happy lot,
         But being too happy in thine happiness,
                That thou, light-winged Dryad of the trees
                        In some melodious plot
         Of beechen green, and shadows numberless,
                Singest of summer in full-throated ease.

O, for a draught of vintage! that hath been
         Cool'd a long age in the deep-delved earth,
Tasting of Flora and the country green,
         Dance, and Provençal song, and sunburnt mirth!
O for a beaker full of the warm South,
         Full of the true, the blushful Hippocrene,
                With beaded bubbles winking at the brim,
                        And purple-stained mouth;
         That I might drink, and leave the world unseen,
                And with thee fade away into the forest dim:

Fade far away, dissolve, and quite forget
         What thou among the leaves hast never known,
The weariness, the fever, and the fret
         Here, where men sit and hear each other groan;
Where palsy shakes a few, sad, last gray hairs,
         Where youth grows pale, and spectre-thin, and dies;
                Where but to think is to be full of sorrow
                        And leaden-eyed despairs,
         Where Beauty cannot keep her lustrous eyes,
                Or new Love pine at them beyond to-morrow.

Away! away! for I will fly to thee,
         Not charioted by Bacchus and his pards,
But on the viewless wings of Poesy,
         Though the dull brain perplexes and retards:
Already with thee! tender is the night,
         And haply the Queen-Moon is on her throne,
                Cluster'd around by all her starry Fays;
                        But here there is no light,
         Save what from heaven is with the breezes blown
                Through verdurous glooms and winding mossy ways.

I cannot see what flowers are at my feet,
         Nor what soft incense hangs upon the boughs,
But, in embalmed darkness, guess each sweet
         Wherewith the seasonable month endows
The grass, the thicket, and the fruit-tree wild;
         White hawthorn, and the pastoral eglantine;
                Fast fading violets cover'd up in leaves;
                        And mid-May's eldest child,
         The coming musk-rose, full of dewy wine,
                The murmurous haunt of flies on summer eves.

Darkling I listen; and, for many a time
         I have been half in love with easeful Death,
Call'd him soft names in many a mused rhyme,
         To take into the air my quiet breath;
                Now more than ever seems it rich to die,
         To cease upon the midnight with no pain,
                While thou art pouring forth thy soul abroad
                        In such an ecstasy!
         Still wouldst thou sing, and I have ears in vain—
                   To thy high requiem become a sod.

Thou wast not born for death, immortal Bird!
         No hungry generations tread thee down;
The voice I hear this passing night was heard
         In ancient days by emperor and clown:
Perhaps the self-same song that found a path
         Through the sad heart of Ruth, when, sick for home,
                She stood in tears amid the alien corn;
                        The same that oft-times hath
         Charm'd magic casements, opening on the foam
                Of perilous seas, in faery lands forlorn.

Forlorn! the very word is like a bell
         To toll me back from thee to my sole self!
Adieu! the fancy cannot cheat so well
         As she is fam'd to do, deceiving elf.
Adieu! adieu! thy plaintive anthem fades
         Past the near meadows, over the still stream,
                Up the hill-side; and now 'tis buried deep
                        In the next valley-glades:
         Was it a vision, or a waking dream?
                Fled is that music:—Do I wake or sleep?

martes, 24 de septiembre de 2013

Lavadito de cara

Hacía tiempo que quería meterle mano (jiji) al blog, pero nunca encontraba el momento. Hasta hoy. Completamente llevada por la frustración de no poder añadir un widget de Amazon a la barra lateral y hartica de los problemas que la otra plantilla me daba para todo he decidido que ¡a la mierda!, la he cambiado, he hecho una primera limpieza de enlaces y cosas y lo he dejado todo más descargadito. Obviamente no he vuelto a probar lo del widget que quería, que seguro que sigue sin salirme, así que, «porsiaca», lo he dejado para otro día.

Y ya, que tengo que traducir y aquí estoy, peleándome con Blogger.

domingo, 15 de septiembre de 2013

Perforada

Ayer me puse un pendiente en la nariz. Uno de verdad, nada de pistola, aros semiabiertos ni pendientes de imán: uno perforado con aguja en una tienda de piercings y tatuajes.

Algunos de mis amigos se han reído un poco y me han dicho que si he vuelto a la adolescencia y que si vaya tontería, pero no lo veo así en absoluto. Para mí es más bien algo que siempre he querido y que no he podido hacer hasta ahora, y es que cuando tenía la «edad» para hacerlo mis padres no me dejaron bajo ningún concepto; por mucho que digan, siempre he sido una niña muy buena que ha acatado (casi) todas las prohibiciones. Hasta renuncié a un año de beca Erasmus en Heidelberg, ya concedida y con el alojamiento buscado, por no haber aprobado las que me quedaron para septiembre. Pero esa es otra historia para otro día.

En fin, el caso es que antes de mi último cumpleaños lo pensé mucho y decidí que qué hostias, que era ahora o nunca, pero al final fueron unos días un tanto raros (mi cumpleaños siempre lo es) y no me quedaron muchas ganas para hacerlo. Hasta el viernes pasado.

Tomando unas cervezas con Pe me dijo que pensaba ir a hacer lo mismo al día siguiente, que si patatín y patatán, y me dije que qué hostias, que por qué no; total, solo es un agujero de nada, no tengo que darle explicaciones a nadie de lo que haga o deje de hacer y, seamos sinceros, tampoco es tan importante. Y me encantó la idea de ir a hacérnoslo juntas.

Aún me duele un poco y ayer pasé un día de mierda (también otra historia para otro día) por una extraña reacción de mi cuerpo a la mezcla de la resaca, la anestesia, la falta de sueño y supongo que alguna impresión subconsciente o algo raro, pero me alegro de haberlo hecho. Me da un poco de cosa el momento en que vea a mis padres, que para algunas cosas el tiempo parece no haber pasado, pero solo será raro al principio y después ni se darán cuenta. Bueno, sí lo harán, me lo recordarán de vez en cuando y lo usarán en las futuras discusiones que tengamos sobre mi vida, pero el resto del tiempo dará igual.

En fin, y como colofón, la prueba gráfica. Hoy tengo mejor cara, lo prometo. :D


miércoles, 26 de junio de 2013

El estrés de la comunicación

La comunicación me estresa.

Los que me conocéis sabéis que me encantan las redes sociales, los móviles y demás cosas, pero que detesto hablar por teléfono, chatear por Whatsapp y, en general, que me controlen a través de esos medios. De hecho, a mis clientes jamás les doy mi número de teléfono, cuando me llama un colega para preguntar algo suelo pasarle el móvil al amigo que esté más a mano y si me mandáis un mensaje/correo que no sea importante o exija una respuesta rápida y breve es probable que no conteste o lo haga con un lacónico "ok" o "vale".

Pues resulta que el resto del mundo piensa justo lo contrario y, no contento con eso, si no respondes, se enfada. Y Mucho. De hecho, en las últimas semanas, y por diversas circunstancias, me estoy comiendo unos marrones increíbles por chorradas del tipo "te he visto conectada y no me has respondido", "conéctate a Skype y hablamos" o "te he escrito por Facebook, Twitter, Gmail y WhatsApp y aún no me has contestado".

A ver, señores: que esté conectada no significa que esté disponible para tonterías, que esté disponible no significa que quiera invertir tiempo en según qué cosas y que no me apetezca hablar en ese momento tampoco significa que esté enfadada, triste, muriéndome o distante. Simplemente no me apetece. Y, desde luego, que me acribillen a mensajes por todos los canales no va a hacer que conteste antes, sino solo que me agobie y pase de la persona en cuestión. Y fíjense que aún no he hablado de trabajo ni de acosadores...

Esta mañana, sin ir más lejos, tenía entregas de trabajos a las 11 h, las 12 h y las 13 h con sus correspondientes correos, consultas y demás, y mi hermana quería que hablásemos por Skype 10 minutos por un tema. Yo solo necesitaba una respuesta de sí o no para comprarme un billete, pero ella quería contarme algo de su vida, cosa que me encanta, pero no tenía tiempo para eso. Después de muchas vueltas que no vienen al caso la situación ha acabado con mi hermana cabreada enviándome un correo de esos de "estoy superindignada" y un "vuela donde quieras, que ya me buscaré la vida". Lo mejor es que vuelo a Berlín y ella vive allí. Ains.

Hace tiempo que desistí de intentar que la gente comprenda que hay momentos en los que no tengo nada de tiempo para según qué cosas, pero de ahí a que mi tiempo sea menos importante que el de los demás... pues mira, no. Y no es lo mismo escribir un comentario tipo "Jajajaja, qué bueno" en Facebook que iniciar una conversación de "Cómo estás, qué es de tu vida, cuéntame, te cuento yo". El tiempo invertido es MUY distinto y los 5 minutos del Pomodoro tampoco dan para mucho.

En fin, que lo único que quiero es que no me estresen. Y, por cierto, si me preguntan muchas veces que si quiero tema y no digo nunca que sí, a lo mejor es que intento ser educada y no pisar la dignidad de nadie. Se me ocurre. Indirecta. Pilladla. Os quiero. Un abrazo.

domingo, 26 de mayo de 2013

¿Desde cuándo las gordas no follan?

Esta semana tuve una conversación muy reveladora con un..., no sé cómo llamarlo..., digamos «colega», que me demostró hasta qué punto el ser humano merece la extinción. Básicamente, esta persona me soltó un "no entiendo que, con tu sobrepeso, tengas el éxito que tienes». Y se quedó tan ancho. Por mi parte le respondí que, con su nivel intelectual, yo sí entendía por qué le iba como le iba, pero tampoco vamos a entrar en más detalles. El caso es que esto me hizo pensar en hasta qué punto las mujeres condicionan (condicionamos) nuestras vidas al gusto de ciertos hombres.

Yo nunca jamás he sido una niña delgada, ni tampoco he perseguido ese objetivo. Me gustan mis curvas, y si bien es cierto que hace muchos años que tengo algo de sobrepeso, a mí personalmente no me molesta más allá de no poder comprarme algunas prendas de ropa mona o pasarlas putas para encontrar un pantalón que me quede más o menos bien. No tengo problemas de salud, así que, por lo demás, a mí plim. No siento esa necesidad de cumplir un estereotipo de belleza para gustarle a un tío porque casi siempre he tenido mucha suerte en este aspecto, he conseguido casi todo lo que me he propuesto y he dado con niños a los que o no les ha importado o, incluso, lo preferían así. El que mi colega dé por hecho que si no calzas una 38 no vas a ligar con quien te guste me parece un signo de retraso mental agudo y también dice mucho de él como persona, pero bueno, ese no es el caso.

Lo que me preocupa de todo esto es que, si yo fuera otro tipo de persona, ese comentario me habría hundido en la miseria y me habría arrojado a los brazos de las dietas y la operación bikini. A mí a la playa me gusta ir o en bolas o vestida, y al que no le gusten mis lorzas que no las mire. Personalmente, los tíos musculados de gimnasio que van a pasearse por las playas para pavonearse ante los y las chatis me dan ganas de vomitar, así que ellos también están en su derecho de pensar lo mismo de mí.

Anyway, que me pierdo. Lo que quiero decir que es a cada persona le gustan unas cosas distintas y no creo que ninguno tengamos derecho a juzgar a los demás solo porque sus opciones sean distintas a las nuestras, y mucho menos a imponérselas como únicas y verdaderas. Demasiadas dificultades entraña ya el día a día como para encima añadirle la preocupación de «si no bajo 3 o 4 tallas nadie va a quererme». De hecho, me alegro de que mi aspecto sirva de repelente para este tipo de personas, personas que, además, no es la primera, la segunda ni la tercera vez que me han propuesto precisamente lo que tanta extrañeza les provoca, pero bueno.

Señores que piensan así: antes de soltar una de esas, háganse un pajote, que nosotras no tenemos por qué ser el recipiente de sus frustraciones.

Señores que tienen un par de dedos de frente y también opinan que esta persona es algo retrasada: con ustedes por aquí, el mundo es un sitio mejor. Seamos legión.

viernes, 24 de mayo de 2013

Calendario al completo

Me encanta que los astros se alineen y que me dejen un calendario tan repleto de eventos:

- 29-30 o 31 de mayo: feria de Córdoba con un grupo de traductoras (y tal vez algún traductor) de lo más encantador y reencuentro con Mari Loli (cuántos años sin vernos, qué emoción).

- Primera semana de junio: aún no sabemos el día, pero Carlos ha convencido a uno de sus ex-profesores de Sociología para organizar una clase/charla sobre la historia y situación de Palestina e Israel para un grupo de no más de 30 personas que no sabemos nada de nada. Reíros, pero me encanta esta iniciativa y me encanta que una persona así me explique los puntos principales del conflicto desde una perspectiva más o menos objetiva.

- 7 al 9 de junio: aún por confirmar, pero muy probablemente toque fin de semana en el cortijo de Javi paseando burritos, comiendo cosas ricas y disfrutando de la gente.

- 21 al 23 de junio: también pendiente de confirmar, pero con toda probabilidad me voy a Berlín al CSD (día del orgullo gay) cortesía de una reserva de los Penes. Cuando quieran darme más detalles del billete, aviso.

- 13 al 26 o 27 de julio: a Inglaterra dos semanas con la familia para visitar todo el sur del país, incluyendo sitios como Londres, Cardiff (Doctor Who Experiencie), Cornualles, Dover, Plymouth, Southampton, Brighton y un largo etcétera.

- 27 de julio: Jamie Cullum estará dando un concierto en Marbella al que quiero ir, pero dependerá de los aviones de vuelta de Inglaterra, de si encuentro alojamiento allí para esa noche y de lo que me cueste la entrada.

- 30 de agosto: boda de Manu y Vanessa en Cazorla, así que fin de semana de fiesta y amigos.

- 21 de septiembre: boda de Cristina y Fonseca en La Zubia.

- 27 y 28 de septiembre: Asetrad organiza un congreso de traducción en Toledo al que no voy a ir, aunque no descarto unirme a las cenas para poder disfrutar de la compañía de mis queridos traductores.

Además quedan por ahí en el aire una quedada traductoril en Madrid con la excusa de ver "Star Trek: into the Darkness" en VOSE que está pendiente de fecha, otra visita a la capital con otros objetivos y ya veremos si un par de despedidas de soltera o no.

Obviamente no tengo dinero para todo, así que tendré que hacer filigranas, no comer mucho y ver cómo me lo monto para unirme a todo lo que pueda. No obstante, el tener tantas cosas a la vista me da mucha energía y me recuerda que la vida puede ser muy divertida si sabes cómo montártela. ;)

miércoles, 22 de mayo de 2013

Cantando bajo la lluvia

Y qué bonito es cuando la otra persona se encarga solita de matar cualquier rastro de nada que pudiese quedar. Estoy segura de que aún me quedará algún momento malo que pasar, pero en general, como canta Jamie, "what a glorius feeling, I'm happy again".



I'm singing in the rain
Just singing in the rain
What a glorious feeling
I'm happy again
I'm laughing at clouds
So dark up above
The sun's in my heart
And I'm ready for love

Let the stormy clouds chase
Everyone from the place
Come on with the rain
I've a smile on my face

I'll walk down the lane
With a happy refrain
Singing, singing in the rain

I'm singing in the rain
Just singing in the rain
What a glorious feeling
I'm happy again

I walk down the lane
With a happy refrain
I'm singing, singing in the rain
Singing in the rain

domingo, 19 de mayo de 2013

Próxima parada: CSD Berlin

Llevo media hora empezando y borrando un post tras otro porque no consigo hablar de nada que no sea lo decepcionada que me siento con cómo se están desarrollando las cosas, y como intento evitar hablar abiertamente de este tema (sí, se me escapan cosas de vez en cuando, pero demasiado me estoy conteniendo), pues no consigo contaros nada que merezca la pena.

Dicho esto, y a modo de avance, comentar que muy probablemente ande por Berlín sobre el 22 de junio (día del orgullo gay o CSD) porque ciertos Penes han reservado un billete para mí del que aún no sé más detalles. Y como siempre que la vida me da un vuelco, la semilla de la emigración vuelve a echar raíces en mí. De momento solo es la sombra de una idea, porque tampoco tengo ningún destino claro, pero sé que en cuanto ponga un pie en Schönefeld volverá a picarme el gusanillo de llevarme por tercera vez los bártulos a Berlín. En realidad ahora lo haría solo por esos amigos a los que adoro con tanta locura y a los que tanto echo de menos, porque económicamente sería un desastre volver allí. Por otro lado, tengo contrato en este piso hasta diciembre, así que me guste más o me guste menos, seguiré un tiempo por el sur.

Y poco más. Ojalá tuviera algo más interesante que aportar, pero de momento toda mi energía está puesta en recomponer el corazón e intentar no perder la fe en el ser humano. Y como ya sabréis, hoy por hoy eso no es nada fácil. Deseadme suerte. :)

martes, 23 de abril de 2013

Tal vez

Este fin de semana me dieron un consejo:

«Escribe una carta y quémala después».

Escribir una carta en la que poner todo lo que no me atrevo a decir en voz alta, todo lo que me duele, todo lo que querría decir pero sé que no puedo, que no sería justo y que, en realidad, solo haría más daño. Escribir todo eso y quemarlo después... Suena muy tentador.

Me encantaría escribir esa carta. Hay tantas cosas que querría decir, que necesitaría saber y que me gustaría preguntar... Pero ¿qué sentido tiene escribir algo que nadie va a leer? O peor aún: ¿qué pasaría si llegase a los ojos de alguien? Demasiado peligroso, demasiado doloroso. Pero tampoco creo que sea justo vivir como si no pasara nada, seguir sonriendo cada vez que salgo de casa y romperme cuando vuelvo a ella. Me he metido en un círculo vicioso del que no sé cómo salir y lo único que me apetece es sentarme aquí a escribir y... Pero claro, yo y mis medias tintas tampoco podemos escribirlo todo, así que solo es terapia a medias. La otra mitad la suplo pasando todo el tiempo que puedo con el cerebro en off, ya sea viendo series o saliendo por ahí, buscando actividades que no me hagan pensar ni hablar demasiado.

Sé que estas cosas pasan y se olvidan, lo sé, pero también sé que esta va a tardar mucho en pasar. Demasiado, tal vez. Y creo que «demasiado» es la palabra que mejor define esta historia: era demasiado buena, demasiado loca, demasiado prometedora... Y eso hace que quieras dar demasiado, y al final todo es mucho, mucho más de lo que nadie puede afrontar así, de primeras. Todo es demasiado. Pero cuando cruzas una determinada línea, «demasiado» ya no es suficiente. y el problema fue que se cruzó. Y joder, qué bonito era lo que se veía al otro lado y, por una vez, qué ganas de ver a dónde llevaba...

Tal vez algún día me atreva a hacer ciertas preguntas, aunque no sé si debería... Tal vez... O tal vez haga como siempre hago: sonreír, decir que no pasa nada y que todo está bien mientras lucho para que no se note cuán vilmente estoy mintiendo. Tengo tantas cosas en el tintero...

Tal vez sí sea una buena idea escribir esa carta. Solo escribirla, sin más, sin decidir qué voy a hacer con ella. Solo sentarme delante de una pantalla o un folio en blanco y dejar que todo fluya hasta que no quede nada por decir.

Tal vez.

miércoles, 10 de abril de 2013

lunes, 1 de abril de 2013

Y todo comienza a girar...

Esta noche he tenido la oportunidad de meter esa frase en una de mis traducciones y, aunque sea una tremenda tontería, me siento orgullosa de ello. Quiero compartir una pizca de mi asquerosa felicidad de las últimas semanas con vosotros, aunque no seré yo quien lo escriba, sino ellos, los mejores, los únicos, los inigualables e irrepetibles 091, ese gran grupo granadino que, por desgracia, descubrí justo el año que se separaron ellos y me mudaría yo a Granada. En fin, más vale tarde que nunca.

Os dejo con ellos. Y tal vez pronto pueda contaros más cosas. Tal vez todo, tal vez nada. Esto va así.

Sed buenos.





Las líneas se cruzan y forman un mapa en tus manos,
no tengo brújula y no veo la luz de aquel faro.
Bailo la danza de la verdad,
de sombras chinescas y electricidad,
cierro los ojos y hundo mis pies en el barro...
y todo comienza a girar.

Recojo mil trozos de luna, de amor y de llantos,
las piezas encajan y cobra sentido el pasado.
Siempre el oasis está a un paso más,
seguimos envueltos en oscuridad,
me duermo escuchando el cuento que siempre he escuchado...
y todo comienza a girar.

En nuestra prisión hay rendijas por las que va entrando
un vendaval de deseo con el que nos ahogamos
en un naufragio sin nave y sin mar,
haciendo señales que nadie verá.
Tu cuerpo se agita y yo me sumerjo en tus brazos ...
y todo comienza a girar...
y todo comienza a girar...

domingo, 24 de marzo de 2013

ENETI 2013

Estos días hemos tenido movida traductoril en Granada con la celebración del ENETI 2013, el Encuentro Nacional de Estudiantes de Traducción e Interpretación. Por desgracia no pude asistir a las conferencias porque el día que salieron las plazas yo aún no tenía internet en casa y en el tiempo que tardé en ir de la mía a la de mis padres se agotaron todas. El viernes hablé de esto con Blanca, una de las organizadoras, que me contaba lo mucho que alucinaron ese día. La chiquilla, más maja que ná, me dijo que debería haberla avisado y que me habrían podido hacer un huequito en algún sitio, pero bueno, tampoco pasa nada.

En fin, que yo no voy a hacer ningún resumen de las jornadas porque de eso ya se encargan los que realmente fueron y les gusta escribir estas cosas. Yo me limitaré a hablar de lo mucho que me gustó conocer en persona a gente como Manuel, Florencia, Ayako y José Luis, del placer que fue conocer a Maya, Isidro, Merche o Pedro y de lo que disfruté volviendo a ver a las adorabilidades de Ro, Curri, Isma, Yeyu y Olli, que aunque algunos vivamos en la misma ciudad no por ello sacamos tiempo para quedar todo lo que nos gustaría.

Y para muestra, un botón:

Rocío, yo, Ismael y José Luis

Queridos, ha sido un placer teneros por aquí estos días. A ver si no dejamos que pase tanto tiempo antes de la próxima quedada, que siempre es un placer pasar tiempo con unos locos tan adorables como vosotros.

Cada día me gusta más ser traductora. No sabéis la gente tan buena que hay en este mundillo.

miércoles, 20 de marzo de 2013

Y el mundo sigue girando, como siempre, al revés

Cuando ya pensaba que entendía a la "gente", van y me sorprenden de nuevo, y como de costumbre, de forma negativa.

Mi padre (cómo no) lleva ya un par de semanas muy raro, desde que una mañana me llamó para ir a comer a casa y le dije que no podía porque tenía una entrega a las 4 y no me daba tiempo si me iba 2 horas con ellos. Se enfadó muchísimo, jamás entendí por qué, y me dijo que en ese caso tiraría la comida, que no volverían a invitarme a comer y que vaya agenda tan ocupada la mía. Yo me quedé con cara de panoli y opté por pensar que estaría teniendo un mal día y que le dio por ahí. El caso es que ni me volvió a llamar ni nada, y las dos o tres veces que he llamado a casa a ver cómo estaban sonaba muy raro.

Sin ir más lejos, ayer le llamé para felicitarle por el día del padre y su respuesta fue que no tenía nada que celebrar, que lo haría si tuviera unas hijas de las que sentirse orgulloso, y yo me quedé muerta. Intenté tomármelo a broma y salir de la conversación con alguna broma, pero él insistía en ese argumento y, la verdad, que tu padre te diga eso, por muy broma que sea, duele. En fin, al final las aguas volvieron a su cauce, hablamos un rato y poco más.

Y hoy, de nuevo, he vuelto a llamarlo para pedirle que echase unas mantas al coche, que no me daba tiempo de ir a su casa a por ellas y pedirle que pasara por la mía, que le pilla de camino para ir al trabajo, y se ha pasado un par de minutos diciendo que no, que no pensaba venir, que si las quería ya sabía dónde estaban, etc. De nuevo he vuelto a quedarme planchada y al rato ya me ha preguntado que cuáles eran y al final me las ha traído, pero joder... A veces parece que no me conoce nada. Si supiera lo que me duelen esas bromas... En fin.

Y volviendo al tema de la "gente", lo mejor ha sido cuando esta tarde le he escrito a mi supuesto mejor amigo de por aquí para contarle algo que me hace muchísima ilusión y que me tiene feliz cual perdiz desde hace un par de semanas. Además, se lo he dicho en forma de bomba para dar pie a una conversación, una llamada, una reacción o algo. Su respuesta ha sido "Aham" y "Suerte", además de otro par de frases por el estilo. Otra vez me he quedado mirando el móvil con cara de gilipollas y se ha vuelto a encender en mi interior el cartel de "empiezas a sobrar otra vez en esta ciudad".

Así es, amigos. Estas son las cosas que siempre acaban por enviarme lejos de aquí. Si las personas que más quiero muestran ese interés por mí, pues casi que prefiero seguir con mi tónica de año nuevo, ciudad nueva. E historias de estas tengo para aburrir.

En fin, el caso es que llevo unas semanas asquerosa e inesperadamente feliz (a lo mejor un día os hablo de ello... o no), y no estoy dispuesta a que nadie me lo estropee. Cuando el mundo quiera volver a la normalidad, aquí estaré, pero basta ya de sentirse culpable por cosas que ni siquiera sé que he hecho.

viernes, 15 de marzo de 2013

Dejad que la poesía vuelva a mí

Vivo despacio sin ti,
sin ti mis horas son largas,
debo a tu ausencia una vida
que no sé con qué llenarla.
Lentamente, como yedra
que no veo crecer, avanza
el tiempo sin ti, cubriendo
inquietudes y esperanzas.
Para que mueran sus flores
todo un otoño hace falta,
otoño que nunca llega,
horas que el viento no arrastra.

Manuel Altolaguirre. "Vacío". Poesías completas.

Descubrí a este poeta andaluz allá por 7º de EGB gracias a la biblioteca del colegio, biblioteca que probablemente fui la única alumna que visitó por iniciativa propia. Quién iba a decirme que unos pocos años después, 2, para ser exactos, me pasaría las noches pegada a un programa radiofónico de poesía en Barbate llamando par recitar estos y muchos otros versos, escribiendo los míos propios e incluso yendo al estudio un par de veces con unos amigos a leer en directo nuestras poesías. Cuánto ha llovido desde entonces...

Ahora, hace años que no leo poesía, supongo que cada cosa tiene su momento. Sin embargo, ayer me enseñaron unos versos de Cortázar que me hicieron recuperar esa sensación que tenía antes cada vez que leía algo de Benedetti o, por qué no decirlo, de Lorca, cuyos "Sonetos del amor oscuro" me regalaron interminables noches de pavera juvenil.

Es cierto que ya no tengo las ganas ni el tiempo de sentarme a leer poesía durante horas, pero unos versos de tanto en cuanto tampoco me harán daño. Retomemos viejas costumbres: dejad que la poesía vuelva a mí.

viernes, 4 de enero de 2013

Una libreta en blanco

Durante su última visita, mi hermana me ha regalado una bonita libreta de tapas de cuero cosido a mano con unas pocas hojas de papel reciclado en su interior. Me ha dicho que se lo compró a un hippie alemán muy guapo y que, cuando la vio, supo que tenía que ser para mí (no sé si por la libreta o por el hippie). La verdad es, como ya muchos sabéis, todo lo que lleve cuero me encanta, pero ahora me surge el problema de con qué llenarla.

Alguien me ha sugerido por ahí que escriba mis fantasías no eróticas, pero me temo que yo de eso no tengo. También había pensado utilizarla como "libreta de vomitar pensamientos", o como un adolescente diría, "diario". Lo que pasa es que a mis 29 años casi que me da vergüenza volver a esas costumbres...

Debo decir que una de las cosas que siempre he querido hacer es escribir un libro; nada pretencioso ni digno de publicar, solo un manuscrito del que poder hacer un par de copias y dejar alguna en cualquier biblioteca para que, cuando me vaya, al menos quede ese pedacito de mí. El problema es que soy incapaz de hacerlo.

Cuando era chiquitica y apenas sí sabía escribir empecé a escribir un libro de aventuras policíacas en las que un investigador español con nombre francés vivía un sinfín de aventuras en tierras ibéricas, todo ello influenciado por unos libros que tenía de 5 hermanos que se dedicaban a investigar cosas parecidas y a los de "Los tres investigadores", colección que atesoré durante muchos años y que leí hasta desgastar las páginas. Pero pronto me cansé de mi investigador porque era mucho más divertido jugar a las barbies.

Ahora, años después, cuando pienso en retomar la idea del libro me siento un poco triste porque en realidad no tengo ninguna historia que contar. Me encanta leer y escribir, e incluso tuve mi época poetisa en que íbamos a la radio a leer nuestros poemas y hasta quedé finalista o semifinalista en un concurso nacional cuyo nombre no recuerdo, pero en lo que a un relato largo se refiere... Que no.

Así que nada. De momento esta idea sigue en el cajón de "cosas que hacer antes de morir y para las que necesito inspiración", entre las que se incluyen saltar en paracaídas, casarme en las Vegas vestida de Khaleesi (esa es bastante más reciente), viajar con "esa" persona a Nueva York y darle un beso al atardecer en el puente de Brooklyn o, por qué no, tener hijos.

Los árboles ya los planté, pero me temo que murieron. Espero que eso no sea ningún vaticinio.

jueves, 3 de enero de 2013

A los que sois padres

A los que sois padres:

Si alguna vez veis que vuestros hijos están pasando por un mal momento de sus vidas, sea de la índole o por el motivo que sea, en lugar de recordarles todo lo negativo y, como vulgarmente se dice, hacer leña del árbol caído, recordadles lo orgullosos que estáis de que hayan llegado por sí mismos hasta donde quiera que estén y felicitadles por seguir al pie del cañón y haber obtenido lo poco o mucho que tengan. Recordad que ser padres no os da la razón absoluta en todo, que también vosotros podéis equivocaros, y que si vosotros veis 3 cosas malas vuestros hijos probablemente vean otras 8 más que no os han querido mostrar. Sed benevolentes y cariñosos, porque a veces un abrazo ayuda mucho más que todos los consejos y llamadas de atención que se os ocurran.

De nada.