...porque se puede hacer realidad.
Esa frase me la soltó Eli el otro día y resume perfectamente mi relación (o "no-relación") con el camarero. Yo quería conocerlo más de cerca y, ahora, me arrepiento lo indecible. Bueno, no tanto, pero yo me esperaba otra cosa, o al menos no me esperaba esto.
¿Y qué es esto? Pues esto es un muchachito muy joven (ya no tanto de edad como de forma de pensar) con el que hasta ahora sólo he quedado una vez a solas, que me envía una media de 10 sms al día para decirme lo mucho que me adora y que me echa de menos, que mencionó la palabra "casamento ("matrimonio", para quien no lo sepa) aproximadamente al cuarto mensaje, que parece no saber lo que es un "rollo de verano" y que me me está poniendo un poco nerviosa.
En fin, le concederé el beneficio de la duda, quién sabe si todo esto no es una treta portuguesa para llevar a las chicas "al huerto". Aunque, dese luego, conmigo está funcionando al revés, porque cada día que pasa me apetece menos estar con él.
En fin, y andanzas amoriles tengo miles más para contar, como el DJ del Guincho que no sabe que es el hombre de mi vida pero que acabará dándose cuenta o el jebocho del viernes por la noche que era clavadito a **** (no lo voy a decir) y que se pasó la noche guiñándome un ojo en plan "soy un jeby sexy, muñeca, ¿quieres venir a invocar a Satán conmigo mientras bebemos unos litros?".
Portugal, para quien aún no lo sepa, mola mucho.
1 comentario:
Yo también soy jevi, pero mi nombre tiene 8 letras
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