martes, 1 de abril de 2008

El infierno del CAP

Como ya sabéis, odio el CAP. Bueno, pues ahora tengo aún más motivos para odiarlo. Os cuento.

Resulta que este año, la convocatoria para oposiciones de Andalucía ha salido antes de lo esperado y el último día para presentarse es el 8 de abril (martes que viene). A mí me da exactamente igual, pero la mayor parte de la gente que está haciendo este curso lo hace con vistas a presentarse a esas oposiciones. ¿Qué pasa? Que el CAP acababa en teoría el 17 o 18 de abril, y por tanto era imposible que mis compañeros pudieran presentarse.

Como es lógico, han comenzado las movilizaciones. Los opositores quieren que se adelante la fecha de cierre de actas al día 8 para así poder echar los papeles para las oposiciones. ¿Requisitos? Que todos los profesores estén de acuerdo en adelantar la fecha de entrega de los trabajos y de realización de exámenes. ¿Y cuál es el problema de todo esto? Que ahora, en vez de las dos semanas sin clase que esperábamos tener para hacer estos trabajos, tenemos 5 días para hacerlos. Y algunos además tenemos que seguir acudiendo a nuestros institutos de prácticas, cosa que, sumado al tiempo de desplazamiento, las escasas horas de sueño y el mínimo tiempo de comer, nos supone el 98% del tiempo. Pero bueno, que por mí no va a ser; si hay que hacerlo, se hace.

¿Qué fue lo que pasó ayer que hizo que me saltara la bilis por la boca? Pues que una de las profesoras de las teóricas llegó a clase toda dramática diciendo que ella y su departamento se solidarizan con los opositores y que nos adelantan la fecha de entrega a este domingo. La tía es una chupap----- enchufada que no sabe dar clase, pero ese es otro tema. El caso es que nos soltó un discurso en plan "si no os solidarizáis con vuestros compañeros es que sois poco menos que unos egoístas desalmados que deberían arder en el infierno". A mí ya empezó a tocarme la moral, ya que, ¿quién es ella para decirme a mí lo que tengo que hacer? Estaba dispuesta a pegarme la tupetina de trabajos de buena voluntad, pero...¿aguantar discursitos sobre moralidad? En fin...

Pero la cosa no quedó ahí. El capullo que tengo detrás, que al parecer sí que se va a presentar, se pasó todo el rato hablando por lo bajini y comentando que éramos unos quejicas, que en 4 horas se hace de sobra un trabajo, que si somos unos vagos, etc. Mira, anormal: algunas personas tenemos que pringar TODOS LOS DÍAS en nuestros institutos, comernos un bocadillo a las malas en la puerta del aula y entrar a dar clase con el café en un vaso de plástico. Llegamos a casa a las 11 de la noche y al día siguiente entramos a primera hora. Tú me dirás de dónde saco el tiempo.

El colofón llegó cuando, después de haber peleado y discutido sobre el cambio de fechas, los conceptos de dudosa moralidad y la fimosis como idea de carnicería, a la chupap----- no se le ocurre otra cosa que decir: "Bueno, ¿y cuándo nos vamos todos de cañas?" Acto seguido, todos los opositores montan una algarabía, el más guay de todos sale al estrado y empieza a contarnos que si trabaja en un pub, que nos deja 3 copas a 10 euros, y que vamos a quedar este miércoles. Todo el mundo lo vitorea y los demás nos miramos con cara de "¿esto realmente está pasando?". Después de varias intervenciones de compañeros tan indignados como yo, me levanto y digo que me parece una vergüenza que estemos hablando de adelantar fechas de entrega dos semanas, cosa que no nos deja tiempo ni para respirar (y que además va a repercutir muchísimo en la calidad de nuestros trabajos y, por ende, en las notas) y que se nos diga que somos unos egoístas si no nos solidarizamos; después de todo eso, la mayor preocupación de los preocupados opositores es irse a beber 3 copas por 10 euros esta semana, en vez de tener la decencia de, al menos, dejar este tema para después del cierre de actas, que al fin y al cabo, es el martes que viene. ¿Qué contesta el megaguay? Que el que no quiera venir, que no venga, que no está obligado. Acto seguido, varios compañeros nos levantamos y salimos del aula con gesto airado y flipando con la actitud del personal.

Después de eso, y si no fuera porque soy como soy, me dan ganas de mandarlos a todos a la puta mierrrrrda, entregar mis cosas cuando estaba estipulado y que les den por el culo tanto a ellos como a sus putas oposiciones de los cojones. ¿Esos son los profesores del futuro? Pues menuda lección de moralidad están dando...Ojalá suspendieran el puto examen...

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