Eso es lo que nos faltó cantar el pasado martes...
Fue un día muy triste, y no sólo por la mierda de trabajo que tenía entre manos, sino porque fue el último día de trabajo de uno de nuestros compañeros más queridos: Pedro, Pedrito Amaral, se iba de Jaba después de 9 años allí, si mal no recuerdo. De los motivos no vamos a hablar, cada uno tiene los suyos para hacer lo que hace y hay momentos en la vida en los que supongo que sientes cómo te vas amoldando y tu cuerpo te pide un cambio. Dejémoslo así.
La gente del trabajo le prepararó innumerables sorpresas: vídeos, montajes fotográficos, una canción compuesta y cantada por su departamento, comida, bebida, fotos...y llantos, muchos llantos. Joé, si hasta yo, que soy la más parvita, me harté de llorar... La verdad es que fue muy bonito y muy emocionante, yo no lo habría llevado tan bien como lo llevó él (de hecho, no lo hice). Lo vamos a echar muchísimo de menos, ya que es de las pocas (pocas, pero pocas, personas de allí) con la que teníamos un mínimo contacto comunicativo.
Tengo que decir que me decepcionó muchísimo que nadie contara con nosotros para nada, ni siquiera para incluirnos en los montajes (que yo sepa, hay gente que lleva más de un año en la empresa), pero bueno, ese es otro tema mucho más complejo y más bien relacionado con mi crisis "del año", como la llama Alba. Supongo que es normal pensar en muchas cosas a un mes de cumplir el primer año de contrato, pero de eso ya hablaré en otro momento.
Este post es para Pedro, para desearle lo mejor de lo mejor, para mandarle muchos ánimos y para felicitarle por seguir el camino que su corazón le marca.
Desde aquí, un besazo y... ¡nos vemos en los conciertos!
No hay comentarios:
Publicar un comentario