Antes de nada, no os esforcéis, que esa palabra no existe; como buena traductora he consultado la RAE, y como buena traductora (también), he decidido acuñar el término.
El caso es que esta tarde he llegado a casa toda decidida a hacer la maleta para nuestra excursión a Granada de pasado mañana (¡yiiijaaa!); primero me he sentado en el sofá y he hecho una lista de esas cosas que no debe olvidarse uno: que si cepillo de dientes, desodorante, condones, etc, y después he ido añadiendo listas complementarias con ropa, zapatos, chaquetas y demás. Creo que nunca os he hablado de lo que me gustan las listas, ¿verdad? Pues sí, me encantan las listas y los índices, qué le vamos a hacer. Me parecen dos cosas muy útiles.
El caso es que sobre el papel todo queda muy bonito y muy simple: "bah, un pantalón, un par de camisetas, la ropa interior justa más un repuesto...". El problema llega cuando intentas ponerlo en práctica. He subido a mi habitación y he empezado a hacer montoncitos: "esto sí, esto no, esto ni de coña, esto sólo con esto otro, esto..uf!, a ver si adelgazo", y al final, después de probarme medio armario con distintas combinaciones de medias, chaquetas, etc, he decidio cenar y ponerme a zurcir calcetines mientras veía CSI.
No puedo aparecer con una maleta para 3 días, eso está claro, pero... ¿qué me llevo? Es que esto de coger kilos me vuelve súper pubertana, ya nada te queda bien y tu cuerpo te obliga a hacer cosas que tu mente no quiere, como escribir listas de posibles combinaciones de ropa (me gustan las listas, pero hasta yo considero ese tipo como algo enfermizo).
En fin, que a día de hoy no tengo nada preparado, lo cual es una putada, porque mañana me voy de casa a las 7:45 (como todos los días) y no vuelvo hasta las 22:00, que tengo clases de portu.
Me estoy viendo bien con un maletón, bien en bolas. Espero que por lo menos haga calor... ¡Por cierto! Al final me voy a decidir por los tirantes ;)
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