La lluvia ha vuelto a Porto, y además con una fuerza desmesurada. Te pasas semanas esperando a que llegue un puente (ÉSTE puente), y justo el día de antes comienza el diluvio universal. Corres a los brazos de Google, esperando que te dé esa esperanza que sólo él, en su inmensa sabiduría y conocimiento, puede darte, pero la única respuesta que obtienes es "lluvia hasta el sábado como mínimo".
No pasa nada, te dices a ti misma. Que vaya a pasarse 3 días lloviendo no quiere decir que no pueda hacer cosas... Puedo ir al cine, a dar una vuelta por el Gaiashopping, comprarme algún libro, hacer la compra, ir de cenita, tomarme unas cervezas... Ah no, que aún no me han pagado y apenas tengo pa comprarme los tomates de la ensalada... No pasa nada, pues me quedo en casita debajo de la manta y aprovecho para leer y descansar.
Leer y descansar, sí sí... Ya me han vuelto a dar las mil, esta vez instalando "Across", un programa de traducción que adoro y que llevaba ya mucho tiempo intentando descargarme, pero con los problemas de mi conexión no he podido hasta ahora.
Y lo del ánimo...pues no sé si lo tengo bajo porque llueve o llueve porque lo tengo bajo. En realidad eso que acabo de escribir es una gilipollez, pero así estoy hoy.
¿Sabíais que los peos suenan más en función del tamaño del ano?
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