domingo, 5 de abril de 2009

Todas somos princesas

Esa es la frase que me gustaría poder gritarle hoy al mundo.

Si has llegado aquí buscando información y consejos sobre cómo ser una princesa, te voy a dar uno muy bueno: ya lo eres.

Deja de buscar la mejor manera de vomitar, la mejor manera de ocultar tu ayuno o de jugar con la comida. ¿No te das cuenta de que la imagen que tienes de ti está totalmente distorsionada? ¿Por qué te torturas? En realidad, ya me imagino que para ti no será una tortura, sino más bien lo contrario: una escapatoria, un refugio... ¿pero de qué? ¿Qué es lo que está tan mal en tu vida para que estés matándote a ti misma y que además te regocijes en ello?

A todos nos gusta tener una buena imagen de cara a nosotros mismos y a los demás, pero una imagen no es sólo los kilos que peses, la talla que uses o los días que lleves sin comer. Una imagen implica alegría, ganas de vivir, interés en el ambiente que te rodea, en tu trabajo, en tus estudios... Una imagen es la música que escuchas, los libros que lees, las aficiones que tienes y que te permiten interaccionar con la gente, y no con la taza de tu inodoro.

Este no será el mejor post publicado al respecto, pero es el mío. Esta tarde, mientras leía el periódico por Internet, me he topado con este artículo: Ana y Mia, princesas de Internet. Me ha llamado la atención, porque a voz de pronto, no me sonaba que hubiera ninguna nueva "princesa" de repercusión en la red. Sin embargo, sí que las hay.

Ana y Mia, anorexia y bulimia.



Todas, absolutamente todas, llevamos una princesa dentro. La mía no usa una talla 30, no se da atracones de comida para después vomitarla, no luce como ninguna modelo brasileña y, desde luego, no se le marcan las costillas. Pero mi princesa es feliz, tiene multitud de amigos que la quieren, y de vez en cuando aparece algún apuesto príncipe que la lleva a lomos de su caballo. Y lo más importante: está contenta con ella misma.

A mi princesa le encanta salir a tomar cervezas, merendar en la panadería de la playa croissanes y café, salir a cenar comida china, comerse una pizza los viernes por la noche mientras ve una peli, organizar cenas en casa y llevar tartas cuando la cena es en casa de otra persona, beber vino, ir al cine y pedir palomitas, salir de tapas con los amigos y mil cosas más. También le encanta salir a bailar, pasear por la ciudad, comprarse ropa y libros, y en verano, adora ir a la playa.

A la tuya, a tu princesa, la estás matando.



No te voy a dar consejos para que sigas por ese camino, pero si quieres salir de ahí, aquí tienes una pequeña ayuda.

Web institucional contra la anorexia y la bulimia
Tú eres más que una imagen
1 espejo, 1000 ventanas

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