Introspección

Tenemos una baja: Montse, compi de piso y de curro (departamento de alemán), estará de baja durante 8 largos días por motivos personales que no ha compartido con nosotros. Todo esto se traduce en horas extra y en mosqueos, pero bueno, mañana es el último día de esta semana (el viernes es festivo, gracias a Dios, y nunca mejor dicho) y por fin podré descansar.

Anoche fue la cena de cumple de Marta, estuvo muuy bien, y descubrimos un sitio raro que nos gustó mucho, donde la gente fuma porros y huele a incienso. El restaurante también fue muy cuco, comida portuguesa rica y bien de precio. Se llamaba "le chien qui fume", creo, y la especialidad era el Cordon Bleu ese, que estaba riquísimo, y la carne en salsa de champiñones o a las tres pimientas. Muy rico todo. La verdad es que fue una noche muy agradable, aunque durante un momento de la cena me enfadé muchísimo por un comentario que se hizo, pero bueno. No todo el mundo tiene por qué saberlo todo, ¿o no?

Ahora hablo con Christian por ICQ, que hacía meses que no coincidíamos. Jo, cómo lo echo de menos...A ver si cuando vaya en julio a Alemania puedo quedar con él y con Senada, aunque sea a tomar un cervezote en Stuttgart... Me cuenta cosas de su resi, que la gente es muy cerrada (¡y lo dice un alemán, toma!), que echa de menos la vida que teníamos en Berlín, que Senada está un poco harta de su trabajo, etc... Y los berlineses me cuentan que ya nada es lo mismo, que la gente no quiere cuentas, que desde que nos fuimos todo cambió, blablabla...Pero cuando estuve allí en febrero me di cuenta de que no era sólo el hecho de que nos hubiéramos ido, sino que también ellos habían cambiado. No con respecto a mí, sino a ellos mismos. Creo que hasta ahora no había puesto eso en palabras... Hoy está siendo un día de introspección, al igual que el finde pasado; creo que el lunes me pillo la baja yo también.

Aún no me han pagado, y me quedan 5 euros en el banco para toda la semana santa y parte del mes. Voy a hacer la dieta forzosa del cucurucho...sin el mucho. Por cierto, que tengo una pseudo-pareja a la que no veo desde hace...yo qué sé, puede que más de un mes, y lo peor es que soy más feliz así. Christian me dice que tengo que superar mi miedo al compromiso. No es miedo, es que me aburro, y además no confío en la gente, o al menos, no en lo que a relaciones sentimentales se refiere. Cuando menos te lo esperas, descubres partes de la otra persona que jamás hubieras pensado que estaban ahí, y no hablo de granos ni nada por el estilo (toma chiste...)

Este post me ha quedado raro, raro, pero es que últimamente todo lo es.

Tal vez desglose alguno de estos temas otro día. Ahora sólo quiero meterme en mi cama y soñar con Christian (nada sexual ¿eh?)